Dentro de los tratamientos ambulatorios existen múltiples opciones de espacios terapéuticos que se adecuaran a cada paciente (sus horarios laborales u otros, distancia a la Institución, etc.) y su realidad; dentro de las mismas se pueden mencionar: terapia individual y/o grupal, talleres psicoeducativos, reuniones de familia, seguimiento medico- psiquiátrico, entrevistas vinculares, área social.

Esta modalidad de tratamiento está indicada para aquellas personas que necesitan mayor contención y apoyo profesional para lograr la abstinencia de sustancias, para luego – en función de los logros obtenidos y las mejorías- pasar a una modalidad de tratamiento de hospital de día o ambulatorio. Si bien el consumo de sustancias psicoactivas está considerado por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno de la conducta y del comportamiento, el consumo trae aparejado consecuencias negativas en el orden escolar, judicial, laboral, familiar, etc. Es por ello que los pacientes en este tipo de tratamiento cuentan con un mayor seguimiento e intensidad de espacios terapéuticos, además del beneficio de estar aislados del medio social y familiar que era un factor de riesgo de consumo de sustancias.

En nuestra institución el modelo de internación se basa en las normas de convivencia de una comunidad terapéutica lo cual favorece que los pacientes incorporen como herramienta los valores de la institución y estructuren su vida cotidiana, para así poder planificar y concretar objetivos a corto y largo plazo.

La modalidad de internación está estructurada en etapas, las cuales se vinculan con tiempos del tratamiento así como avances de proceso dentro del mismo. Las etapas son cinco comenzando con la de adaptación y terminando con la de Reinserción social; en el transcurso de las mismas los pacientes van teniendo gradualmente cada vez más tiempo de salidas terapéuticas acordadas con área social y con el equipo.

Esta modalidad de tratamiento incluye actividades con días y horarios fijos, con una estructura diaria que incluye los momentos de las comidas, la preparación de las mismas, limpieza de la casa, actividades de tiempo libre y ocio, los espacios de terapia individual y grupal, los controles psiquiátricos, reuniones vinculares con las familias y para éstas últimas las reuniones de familias/grupos de padres. Una parte importante de la vida cotidiana en la internación está atravesada por la implementación de dos talleres diarios, uno por la mañana y otro por la tarde (ver área de Talleres). Solamente los fines de semana esta estructura de actividades y horarios se relaja para dar paso a las salidas, visitas y mayor tiempo libre para los residentes.

Dentro de la internación los pacientes van pasando por distintos roles que colaboran en el adecuado orden de la casa y les ayudan a trabajar algunas cuestiones personales, rol de encargado de limpieza, de cocina y vocero.

Además, todas las semanas realizan una planificación para los fines de semana, las cuales son evaluadas por el equipo en donde se definen las salidas o visitas de los fines de semana, según corresponda.

El proceso de internación en la Comunidad Terapéutica tiene una duración promedio de seis meses, de acuerdo a la evolución de cada paciente así como a su realidad por fuera del tratamiento: si ya cuenta con trabajo o no por ejemplo, o si debe comenzar a buscarlo mientras esta internado, si tiene adonde vivir o debe encontrar un lugar, etc, Todas variables que influyen con respecto a la progresiva reinserción asi como a la gradualidad del proceso.

La idea central es que el paciente progresivamente pase cada vez mas tiempo afuera de “la casa” realizando actividades productivas, pasando mas días y noches en su hogar; hasta que decantando naturalmente en este proceso se realice lo que denominamos “cambio de modalidad”: deja de estar internado y pasa a un tratamiento ambulatorio. Dicho tratamiento implica lo que se explicó mas arriba en ese apartado: asistencia a espacios puntuales asignados a su tratamiento.

Todo lo anterior quiere decir que la etapa de internación es la primera etapa del tratamiento (en el caso que haya sido la modalidad definida para el mismo), pero no la única; el tratamiento DEBE continuar de manera ambulatoria hasta obtener el alta del mismo.